Novela : ¿Cuanto esperas para amarme? Primera Parte ♥

Sí, me habian roto el corazón ya varias veces. Y no sabia como curarlo, tenia miedo de conocer personas con buen corazón y enamorarme como muchas veces me solían pasar. Había veces que me preguntaba si el amor era éterno, o como si hubiese sido un trén. Si lo tomás seguis su camino, hasta que te bajas y sigues el tuyo. Y muchas veces me paso estó. Pero decidí salir para adelante, y no quedarme en el oscuro pasado.
-Tomé mi abrigo, un saco color grís un poco manchado con té de anoche. Y fuí al baño, que queda al lado de mi habitación. Me mire al espejo, abriendo la canilla deje caer varios chorros de agua caliente y me moje la cara. Tubé una sensacion bella y refrescante, Y luego hise todo lo demás-
Mi madre Merrie, me esperaba como siempre con el desayuno en el living, pero esta véz queria dejarlo pasar, no me sentía tan bien. Bajé y fui a saludarle con la mejor cara que pude hacer en ese momento.
-Buen Día, Hija. Que pasá que estas palida?- Dijo preocupada -
- És solo que me quede pintando retratos hasta tarde, y estoy muy cansada. -Dije cerrando los ojos-
- Porqué no vas, y te acuestas en la cama mía, y ves televisión, o lees un libro, ¿Qué te parece? - Dijo tocandome la mano-
- Nó. Mejor, me voy a duchar. Y voy a salir a caminar un rato.
- Cómo tu quieras Hija, yo mientras estaré haciendo unos papeles. Vé y disfruta el día. -Dijo sonriendo-

Me alejé de ella, y me fui a bañar, abrí la ducha a temperatura caliente, como me gústa a mí. Y era infaltable música suave para bañearse. Prendi mi célular, y puse una melodía hermosa, así podia despejar mi mente y viajar más alla de esa tristesa que tenia dentro de mi pecho.
Ál salir, me fui a cambiar, y me puse algo básico, unos Jeans y una remera gris con corazones. Me maquille un poco, no tanto. Solo para sobresaltar mis mejillas y ojos que los tenian medios bajoneados. Baje las escaleras, y abri la puerta de entrada, Le grité a mi madre - Nos vemos Luego- Y me fuí lo más lejos posible por un rato. Tome mi célular grís, y me puse en mis pequeñas orejas unos auriculares. Pués no estaba escuchando música, pero era para que crean las demás personas que estaba ocupada en algo.
Él día estaba hermoso, los pájaros cantando no faltaban, tampoco los dulces niños con sus bicicletas en las calles, tampoco los Novios agarrados de la mano caminando felicez, Y yo Sonreí por ellos..recordando mi imagen pasada igual a ésta, ciega, feliz, que no me importaba nada más que nosotros, entre otras cosas..
Sentí que me venían persiguiendo de atrás desde ya varias cuadras escuchando sus pasos, y no sé detenía.
Yo solo podía seguir mi camino mucho más rápido. Oí que gritaban mi nombre, y me di vuelta.
- Samanta, Detenté - Agitada-
- ¿Por qué me asustastés? . Pensé que era alguien que no me esperaba por aquí - Aliviada- ¿Qué haces acá? -
- Fui para tu casa , y me atendió tu madre, y me dijo que habías salido a caminar. Cuándo se refiere a eso, es que estas cerca de tu plaza favorita - Dijo sonriendo- ¿Qué ibas hacer ahora? Tengo muchas ganas de hablar con vos , te iba a llamar , pero pensé que estabas ocupada o algo por el estilo, capas que hubiese sido una molestia -
- No eres una molestia Jéssica, si vos sabes que eres como una hermana para mí! -
- Tú también lo eres -Mientras caminabas a dirección de la plaza-
Él clima estaba cálido , y era raro, ya que era comienzos de otoño. Todos vestían el verano por fuera y yo por dentro vestía el invierno, ese invierno crudo y frío. Ese invierno intenso y tormentoso, del que nadie quiere y soporta en las estaciones . Pero decidí taparlo y alejarlo del frío a mi corazón que estaba en aquella estación.
Hablamos por horas con Jéssica, y tocámos el tema que me tiraba abajo. Fuimos a caminar por la plaza e ir comprar ese rico pochoclo dulce que vendían en un puesto. No había mucha gente ahí, y pudimos comprarlo rápido.
- Espero que esto te levante el autoestima, te quiero ver feliz , cómo cuando se te habían caidos esos dientes de leches en primaria, y vos festejabas por tus monedas en aquél entonces. - Poniendo un pochoclo en su boca-
- Sí, como ese chico, parece tan feliz tocando su música -Dije con una voz perdida y profunda-
- ¿Éh? ¿Qué chico? -Dijo Perdida-
Miraba cuando cantaba y tocaba su guitarra , su melodía daba muchas esperanzas , muchas respuestas, muchas cosas que necesitaba. Su canción me llegaba. Y mi corazón empezó poco a poco a ponerse en clima otoñal, con sus bellas hojas de colores caídas en el suelo, con ese viento suave y esa lluvia que te hace dormir. Su bella voz, transmitía páz y tranquilidad en mi. Él decía mucho en un sola estrofa, estaba media boba y perdida cuando lo escuchaba. Ese era mi abrigo de ese invierno crudo que tenia dentro.
Las personas que pasaban por al lado de él, ignoraban su música, no sé detenían para escucharlo, y me daba pena que la gente halla sido ignorante . Yo me acerqué a ese muchacho vestido con su camisa gris suelta y unos pantalones de jeans, y con un sombrerito de lo había dejado en el suelo, qué por dentro tenía un par de dolares.
Me acerqué, y me olvidé de mi amiga por un momento. Y yo lo aplaudí, mientras él terminaba su bella melodía.
- Esa canción..-Lo miré- fue como un abrigo para mi corazón, tocas hermoso -mientras de mi bolsillo sacaba cinco dolares-
- No podría aceptarlo, me alegra que te halla gustado mis canciones, ya con eso me basta -dijo sonriendo- es lindo cuando alguien se identifica con música que hago -mientras el joven muchacho se ponía de pie , y estrecho su mano hacia la mía-
- Nicholas, y tú? -mirandome a mis ojos y esperando una respuesta-
- Samanta, es un gusto! La verdad..me atrayó tu música, necesitaba esas hermosas palabras para mi invierno, -dije llena de felicidad- lamentablemente, me tengo que ir , me esperan por halla -mientras me alejaba saludándolo con la mano-
- Espero verte -Grito fuerte, mientras él volvía a cantar sus melodías-

Fin del primer capítulo

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Volví a mi casa cuando las gotas que empezaron a gotear desde el cielo chocaban con el verde pasto de la plaza , él suave pasto verde, empezaba hacerse un oscuro marrón lodo. Empece a correr fuerte, ya que sus enormes lagrimas caían sobre mí. Jessica, fue en dirección a su casa, y yo a la mía. No llegaba mas, la tormenta se hacia mucho más fuerte, y él único lugar para alojarme era debajo de un árbol. La lluvia no paraba, y ya se hacia tarde, me quede templando el suelo , y ninguna idea pasaba por mi cabeza.
Ya todo estaba decidido, empece a correr lo mas rápido posible, y en fin, así llegue a mi casa.
Mi madre me recibió muy preocupada y enojada, igual ella mucho no lo hacia notar, ya que estaba enfrente de su alumno, Michael. Ella de inmediato me había traído unas toallas, y me mando al baño.
Subí las escaleras, paresia que no terminaba de subirlas, eran tantas, y mis piernas estaban cansadas por la gran corrida. Abrí la puerta del baño, y la ropa ya no tapaba mi cuerpo, y solo lo dejé caer al suelo. Prendí el agua caliente, y deje que la tina se empieza a llenar.
Me sumergí en el agua caliente, dándole a mi piel una sensación que me fascina.
Quede minutos en la tina con el agua, empece a mirar el techo, recordando el chico que había conocido a través de la música. Recordé como sus labios pronunciaban con ese mínimo detalle sus canciones, grave y agudo. Sus manos acariciando las cuerdas gruesas y finas, que hacían una magnifica melodía. Y en sus ojos, que con esos ojos me vieron a mí. Y con mis ojos y oídos, pudieron verlo y escuchar a gran talento. Me pregunté : - ¿Porqué gran músico tendría que tocar en la plaza? - Entonces una vez más sin dar vueltas, sumergí mi cabeza en el agua caliente, pero , mis pensamientos, no iban mas allá de él. - ¿Qué me pasa? - me dije a mi misma, recién acababa de verlo, y ya quería conocerlo más allá de su música - Es imposible, Samanta - Me dije a mi misma.
Lentamente, me empece a secar con una toalla que colgaba en un estante. La toalla rociaba mi cuerpo, sedosa y suave, me dije a mí. Abrí la puerta del baño, apagando la luz del mismo, y fui a mi habitación. Noté, que todavía la tormenta seguía, y cada vez caía con mas fuerzas sobre el piso.
Abrí el ropero,sacando unas simples y sencillas prendas, me vestí. Y bajé, todavía mi madre seguía enseñando, no quise interrumpir así que me marche a la cocina hacerme un rico café con media lunas. Prendí el microondas poniéndolo a mínimo, dentro de ahí, puse las media lunas de esta mañana. Agarré una tasa sirviendo café de la cafetera. En fin, prendí la t.v , y puse el noticiero, muchas noticias de las buenas no habían hoy. Solo pura violencia y clima. La verdad, mucho a mi no me interesaba, pero las veía igual como para estar a medida de todo. Derrepénte , mi célular sonó. - Número desconocido, quien es?- Me dije -
Abrime la puerta, estoy afuera. Prince, la tía.
Rapidamente , dejando el cafe y las media lunas en la mesa, fui al living a recibirla. Parecía golpeada, y asustada. Una mescla de tristesa , y ambas cosas más que podia percibir a primera vista. Noté que algo serio le había pasado, y de inmediato, sin dejarla entrar, la abrasé, y ella lanzo lagrimas al piso como lo hacia la tormenta. Ella entro, y se sentó en el sofa. Y me dijo
- Me golpio y vendio nuestro anillo de matrimonio -
me quede muy asombrada al escuchar eso, y ella siguio ,
- Me hecho de mi casa, yo sé que se acostó con la francesa que conocimos esa noche en el bar, yo todabia no puedo caer, tantos años de amor y pura pasión. Y terminar de mi cuento de hadas, asi? Se tiene que desplomar, todo de golpé? -

Y la tormenta dejaba de ser tormenta, y solo se podia escuchar el llanto de mi tía, y yo abranzandola.

Fin del segundo capitulo